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Recuerden, a cualquier parte que vaya, recuerden a su Maestra. Así que, por ustedes, por ustedes mismos si realmente quieren estar lejos de Maya, entonces deben mantener los Cinco Preceptos. No digan mentiras, significa también que no cotillean. Porque el chisme no siempre es cierto. Solo oyen a alguien que dice que, o incluso ven algo, o escuchan algo personalmente, pueden no escuchar correctamente. En la universidad, hacen un experimento de eso. La primera persona, ya saben, en la universidad, una persona dijo una palabra, a la cincuentava vez, es una palabra diferente. A veces, hablan incluso con su esposa, sus hijos, su padre, madre ellos no le comprenden. En mi práctica siempre tengo que hacer esto. Yo digo algo, “Bla, bla, bla”, y luego digo, “Repita. Repítame lo que escuchó”. Y a veces, lo repiten diferente tres veces, hasta que yo realmente lo he captado. Y digo, “¡Bueno, bueno. Vaya!” Consigo a alguien más. Verdaderamente, es así. A veces ven algo, pero no es lo mismo. Y mucha gente también me dijo que, el Profeta Mahoma (La Paz Sea con Él), se casó otra vez y etc., etc. Yo dije: “no importa lo que Él hizo, Él era un Profeta. La Paz Sea con Él. Lo que hizo tuvo que hacerlo. Tal vez es su karma (retribución) que lo hizo hacer eso. Tal vez Él tiene que sacrificarse por eso. Tal vez ese era el camino que Él tiene que atravesar. Ese es el precio tuvo que pagar. Así que, no hay necesidad… Si usted cree en el Maestro, la enseñanza es buena, tiene buenas experiencias en los Cielos, entonces solamente siga a ese Maestro. No deje que su mente lo engañe. No deje que sus ojos lo engañen. No permita que sus oídos lo confundan. Es por eso que no usamos los oídos para meditar. Es por eso que no usamos los ojos para meditar. ¡No usamos nada en absoluto! Solo hacemos contacto directo internamente. Por lo tanto, yo le dije a los musulmanes que no criticaran al Profeta Mahoma, La Paz Sea con Él. No critiquen nada, porque ustedes no entienden nada. Todavía no. Si entendieran, para comenzar no hubieran hecho esa pregunta. Por ejemplo así. En algunas de las enseñanzas de algunos Maestros, un Maestro les dijo a los musulmanes, “Si su Maestro es Dios, su Maestro es el número uno. Si usted sabe que su Maestro es realmente un Maestro verdadero, entonces incluso si Él les dice que sumerjan su alfombra de rezar en vino, lo harían”. Para los musulmanes, la alfombra de rezar es muy santa, sagrada, personal. Y el vino es un rotundo no. Entonces, Él dijo a ese extremo, para aconsejar a los dudosos discípulos del musulmán, que si el Maestro les dice que sumerjan la alfombra de rezar en el vino, lo harán. Este es el consejo para la fe y la devoción absoluta. Solamente si tenemos esa fe y devoción absoluta, entonces podemos realmente comprender al Maestro y vamos a alcanzar niveles más altos, volviendo a nuestro glorioso, Ser Original grandioso.
